Historia del plato
Hay poco escrito sobre su origen. Alguna bibliografía afirma que es un plato que nació en la comunidad de los urus y se popularizó en las minas orureñas. Los mineros, luego de su ardua jornada de trabajo, salían cansados de los socavones y lo primero que hacían era comer el charque de llama con mote. Luego, se le incorporó la papa con cáscara y el queso criollo, producidos en esas zonas.
Hasta que se convirtió en el famoso charquekán, que ahora también lleva huevo duro o pasado.
Charque, o ch’arkhi en aymara, es la carne deshidratada que proviene de animales beneficiados bajo inspección sanitaria, según las normas de calidad del Ibnorca: NB 792, NB 793 y NB 794.
La carne deshidratada o charque debe ser desgrasada para una mejor penetración de la sal, según la norma NB 851 específica para este producto.
La carne de llama contiene hasta un 24,8 por ciento de proteínas, la más alta con relación a otro tipo de carnes rojas.
En forma de charque, incrementa considerablemente su contenido proteico hasta 45 por ciento, debido a la pérdida de humedad.
INGREDIENTES
• 1 ½ kg de charque de llama
• 4 papas
• 1 libra de maíz cocido
• 2 huevos
• Aceite y sal
PREPARACION
Colocar el charque en agua y retirarlo cuando esté blando.
Golpear y desmenuzar el charque en tiras, luego freírlo hasta que quede tostado y suave.
Cocer las papas con cáscara y los huevos en ollas separadas.
Servir el charque con las papas, mote, huevo duro y llajwa (salsa picante de locoto y tomate).
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